Luna Llena: Centro de iniciación a la partería en Oaxaca

Editor’s note: This article first appeared in Midwifery Today, Issue 75, Winter 2005.
Join Midwifery Today Online Membership

Nota de la Editora: Este artículo fue publicado primero en Midwifery Today Issue 75, Autumn 2005.
Subscribe to Midwifery Today Magazine

Aviso con respecto a las traducciones

Midwifery Today, Inc., no garantiza la exactitud de cualquier contenido en sus publicaciones impresas o en sus sitios Web que aparecen en otro idioma distinto del inglés. El contenido para el cual no se ofrece garantía de precisión incluye lo siguiente:

  • Contenido publicado originalmente en otro idioma distinto del inglés, sin consideración de si el contenido fue publicado originalmente por Midwifery Today.
  • Contenido originalmente publicado en el idioma inglés y traducido a otro idioma, sin consideración de si el contenido fue publicado originalmente por Midwifery Today.

Para una interpretación más exacta del contenido de Midwifery Today, referirse siempre a las versiones en el idioma inglés.

Notice about Translations
Midwifery Today, Inc., does not warrant the accuracy of any content in its print publications or on its Web sites that appears in a language other than English. Content for which no warranty of accuracy is offered includes the following:
* Content originally published in a language other than English, irrespective of whether that content was published originally by Midwifery Today.
* Content originally published in the English language and translated into another language, irrespective of whether that content was published originally by Midwifery Today.
For the most accurate rendering of Midwifery Today content, always refer to English language versions.
Foto proporcionada por Araceli Gil Archundia.

De todas maneras nosotras atendemos el parto con nuestro conocimiento, nuestras hierbas, nuestras sobadas y nuestros rezos porque la partera significa vida, luz, amor, trabajo, mujer, responsabilidad, confianza, calidad, economía, esmero, cariño, amabilidad, satisfacción. Esto es lo que nos hace indispensables y diferentes. Y por esto, aunque haya centro de salud en nuestra comunidad las señoras van a atenderse con nosotras.

Este artículo se escribe como una celebración del comienzo de un sueño “Luna Llena,” esperado por mucho tiempo, y es sobre todo el deseo de hacer vivo algo en lo que creo realmente y que forma parte de mi vida.

Está dedicado a todas y todos los parteras tradicionales de Oaxaca y México que en sus lejanas comunidades han acompañado a las mujeres y dado la bienvenida al mundo a seres de maíz, barro y canto. A esas mujeres que en medio de la noche recibieron de la luna y dioses fuerzas para seguir adelante como lo hicieron desde hace miles de años nuestro antepasados indígenas.

Oaxaca, México

El lugar donde se inserta Luna Llena es en el estado de Oaxaca, México; es uno de los estados del país con mayor riqueza, tanto en su cultura como en biodiversidad. Está situado geográficamente en el sur de México, ocupando el quinto lugar en extensión territorial que incluye zonas de montañas, bosques, valles, costa; expresadas en su diversidad ecológica.

El estado se divide en 570 municipios que a su vez cuentan con comunidades y pueblos; más de la mitad de ellos con índices de marginación muy alta; con rezagos en el ámbito de la educación, demografía y salud.

Alrededor de un 55% de la población rural vive en comunidades muy pequeñas, que están dispersas en todo el estado y de difícil acceso; la mayoría están ubicadas en localidades de menos de 2500 habitantes dificultando así los servicios públicos de salud. La alta marginación caracteriza al 80% de los 570 municipios. La pobreza de estas comunidades genera un alto número de migrantes tanto hacia otros estados de México como hacia Estados Unidos.

Altos porcentajes de las viviendas de estas regiones no cuentan con agua potable, energía eléctrica ni drenaje. Otro de los rezagos importantes es en el ámbito educativo, ya que para 2000, la población de 15 años y más del estado había aprobado en promedio 5.2 años (mujeres) y 6.0 (hombres) de educación formal, en tanto que en el país el promedio ascendió a 7.4 años.(1)

En contraste con su riqueza cultural y ecológica, el estado está entre los primeros lugares de mortalidad de niños menores de 5 años por enfermedades diarreicas y de mortalidad materna. Es un estado donde la pobreza, la desigualdad y la discriminación hacia las mujeres es evidente.

El mundo indígena en México actual

México está formado por una gran diversidad de pueblos, comunidades que son diferentes por su manera de entender el mundo, entre las que están su relación con el cosmos, la divinidad, los procesos comunitarios y relación con la tierra; tienen su origen en la civilización mesoamericana, forjada en procesos históricos complejos y lamentablemente discriminantes.

Son diversas las formas de expresión de lo indígena, que van desde cultura, su lengua, hasta su forma de vestir. Oaxaca es uno de los estados del país con mayores porcentajes de población indígena (37.1%).(2) Esta población conforma un tejido pluricultural, ya que en su territorio conviven 16 pueblos indígenas. Las lenguas indígenas más importantes son habladas por más de cien mil personas y actualmente son: Zapoteco, Mixteco y Mazateco. En lo referente a la organización y administración política, esta diversidad y riqueza cultural se tradujo a lo largo de los siglos en una convivencia tolerada entre la organización gubernamental oficial y el derecho consuetudinario de los distintos pueblos indígenas (conocido coloquialmente como “usos y costumbres”).

El contexto social y económico ha determinado en gran medida la calidad de vida de los grupos indígenas en todo el país; Oaxaca en especial es una de los cuatro estados que tiene los índices más altos de marginalidad. (DIGEPO, 2002)

Las mujeres y su salud

Las mujeres que habitan las comunidades rurales o indígenas cotidianamente realizan arduas tareas entre las que se encuentran el trabajo en el campo y el cuidado de la familia; en un ambiente donde enfrenta una fuerte desventaja de género, desnutrición, poco acceso a la educación y largas jornadas de trabajo.

Los indicadores de la situación de uso de anticonceptivos, número de hijos y edad de inicio de la vida reproductiva reflejan cifras alarmantes; entre las mujeres indígenas se encuentran las cifras más altas de analfabetismo, monolingüismo, desnutrición, morbilidad, mortalidad por causas asociadas a complicaciones del parto y las más altas tasas de fecundidad del país.

El riesgo de morir de una mujer indígena durante el embarazo, parto o puerperio es casi tres veces mayor que el de una mujer no indígena. Mientras en América del Norte el riesgo de morir durante el embarazo y el parto es de una mujer en 3,700; en América Latina y el Caribe es de 1 en 130.(5)

La maternidad y sus repercusiones sobre la salud y la vida de las mujeres, está profundamente entrelazada con la situación y el poder de la mujer: barreras culturales, de género, socioeconómicas, religiosas y políticas impiden a las mujeres gozar de una buena salud y ejercer sus derechos. La mortalidad materna es un indicador claro de la relación entre salud y roles de género. Si bien cada embarazo conlleva un riesgo para la salud de las mujeres, en determinadas circunstancias de pobreza, subordinación, falta de poder de decisión sobre su cuerpo y un rol femenino fundamentalmente asociado con la maternidad, el peligro de muerte por embarazo y parto se eleva dramáticamente. “La muerte materna es en este sentido un indicador de justicia, o más exactamente, de injusticia social.…”

Las parteras en Oaxaca

“Las parteras son las herederas de la mujer médica prehispánica, las voceras de los dioses, las sacerdotisas de la vida, las protectoras de la salud, las consejeras de las parejas, las regañonas, las que no son calladas por los hombres, las que conocen los secretos.”(4)

En el contexto del México rural las parteras siguen atendiendo casi el 50% de los nacimientos, preferidas a los médicos por ser ellas mismas mujeres, por su cobrar menos, por acudir al domicilio de la embarazada, por su disponibilidad, por hablar la misma lengua y compartir la misma cultura, por tratar con calidez y afecto; sin embargo se reconoce su limitación para intervenir en situaciones graves de emergencia obstétrica.(5)

A lo largo de la historia las parteras indígenas han aprendido mediante la práctica con otras parteras o por experiencia propia y, a menudo, en respuesta a un llamado sobrenatural, sueños o visiones. Los conocimientos y la comprensión que posee forman parte de su ambiente sociocultural, comparten con la embarazada el mismo idioma, conceptos corporales y valores y gozan de la confianza de ella y de sus familiares.

Las parteras tradicionales además de ser mujeres, cumplen una función y figura en la vida reproductiva que les ha sido otorgada por las mujeres de manera espontánea y natural. Como mujeres pertenecientes a la misma comunidad, comparten una concepción similar del cuerpo y de los fenómenos tradicionales que influyen en su funcionamiento; además coinciden en un medio ambiente del cual se apropian por medio del conocimiento de las plantas medicinales; finalmente, las dos viven inmersas en una cotidianidad familiar por ser ambas madres y esposas.

Gran parte de las parteras tradicionales en Oaxaca se encuentran en edad avanzada y presentan una serie de dificultades relacionadas con la edad; como por ejemplo el analfabetismo, la reducción de la capacidad visual y auditiva, la lentitud en los reflejos, patologías como artritis, hipertensión y diabetes.(6) En situaciones de riesgo y complicaciones, a pesar de su gran sabiduría y conocimientos, su capacidad resolutiva se ve limitada por las dificultades físicas y las barreras culturales que a veces impiden el contacto físico con el cuerpo de la parturienta.

Actualmente algunos aspectos han cambiado, pero para las mujeres jóvenes la falta de acceso a una formación más estructurada, no permite que la partería se perfile como una profesión y una fuente de trabajo. Una capacitación que desarrolle habilidades reconocidas tanto en el nivel local como en el nacional e internacional y que se base en la mayor capacidad resolutiva de las parteras jóvenes, contribuirá a dar reconocimiento a la profesión y alentar el aprendizaje entre las jóvenes indígenas.

Afortunadamente desde el año 2001 en Oaxaca, se cuenta con reconocimiento jurídico de la medicina tradicional , cuando se aprobó la Ley de Derechos de los pueblos y Comunidades indígenas del Estado de Oaxaca.(7)

Luna Llena

Luna Llena es un centro de iniciación de la partería en Oaxaca, es un sueño, es la posibilidad que las mujeres vivan y ejerzan su salud como un proceso integral y humano, con el principio que la forma de nacer define la forma de vivir. Respetándose el gran espíritu que da vida expresado en la madre, padre, bebé, partera y naturaleza.

El centro de partería abre la convocatoria para el proceso de formación dirigido a personas con experiencia en el campo de la salud y que tengan un especial interés y una fuerte motivación para formarse como parteras/os; por ejemplo: promotoras/es comunitarios en salud, médicas tradicionales, estudiantes de enfermería, hijas de parteras tradicionales o jóvenes que estén aprendiendo con otra partera.

La convocatoria está también abierta a incluir a aquellas personas que quieran asistir con una beca auspiciada por alguna institución u organización civil. Esta formación de aprendices y parteras jóvenes abrirá las puertas a una nueva generación de parteras con conocimientos para la atención de las necesidades locales y con estándares internacionales. El aprendizaje se ubica desde la perspectiva de un proceso de formación continuo y de calidad, extenso y completo, que abarca desde el aprendizaje hasta la aplicación de lo aprendido y que involucra tanto procesos individuales de las asistentes como procesos comunitarios y de interrelación e intercambio entre parteras de diferentes generaciones.

La propuesta educativa contempla un marco filosófico y conceptual con los siguientes visiones:

Visión integral y humanista de la salud

Es fundamental la comprensión no parcializada e integral de nuestro propio sistema, la búsqueda del bienestar desde una visión que comprenda la realidad y el desarrollo individual. Para ello la autonomía, la autodeterminación, la identidad son claves y fundamentos para los procesos de formación.

Visión pluricultural

En un estado con 16 pueblos indígenas como lo es Oaxaca, con fuertes diferencias culturales manifestadas en lenguas, costumbres, tradiciones y prácticas como la medicina, resulta necesario fomentar una visión pluricultural que promueva el respeto y la convivencia con la diferencia.

Visión de género

El modelo educativo contempla como parte fundamental la perspectiva de género. Este concepto señala como base las relaciones entre los géneros como producto cultural, político e ideológico.

Visión de salud sexual y reproductiva

La salud física, mental y social de mujeres y hombres es una condición básica para el desarrollo humano y la expresión de las personas, representa el resultado de la historia de cada individuo y sus condiciones de vida en las diferentes etapas y es uno de los indicadores más importantes del grado de desarrollo de un país.

Visión desde la partería

Compartimos una visión interdisciplinaria del nacimiento viéndolo no sólo como un acontecimiento médico sino también social y cultural. En nuestra visión y en el escenario humano del parto, la protagonista es la mujer, con su pareja y su niño, dueños del nacimiento. Los intermediarios y acompañantes son las parteras y otras personas o familiares de apoyo, mientras el médico y la tecnología están de apoyo en caso de necesidad.

Visión de derechos

Partimos de que todos los seres humanos son titulares de derechos por su naturaleza humana, por el solo hecho de existir; esos derechos son inherentes e irrenunciables. En el marco de los derechos humanos, se insertan los derechos de los pueblos indígenas, los derechos colectivos y los derechos sexuales y reproductivos.

Visión desde la ecología

Creemos en la acción colectiva aplicada a la recuperación-preservación de los ecosistemas en la búsqueda de una mejor calidad de vida, promoviendo la sustentabilidad. Trabajando en la salud implica necesariamente establecer un contacto consciente, activo, amoroso y complementario con el medio ambiente.

Estrategia de aprendizaje

La formación se basará en la educación participativa, partiendo de lo que la gente sabe, vive, siente; se desarrollará en un proceso sistemático, progresivo y al ritmo de las participantes, descubriendo los elementos teóricos y regresando siempre a la práctica. Las personas serán proveídas con herramientas que les sirvan para desarrollar actitudes, conocimientos y habilidades.

La estrategia de aprendizaje incluye la adquisición de conocimientos teóricos y prácticos y está constituida por:

  1. Círculos de aprendizaje. Consisten en reuniones a las que asiste el conjunto de aprendices y parteras/os que serán conducidos por un equipo interdisciplinario de parteras tradicionales y especialistas.
  2. Experiencias compartidas con parteras y médicos tradicionales. Cada aprendiz y partera/o se vinculará con las parteras mayores de 40 años que serán sus “parteras madrinas” siendo sus maestras, guías y facilitadoras en la relación con la comunidad y sus autoridades con el fin de enlazar sus conocimientos con los valores y prácticas del contexto cultural y social y de establecer un vínculo—enlace con las parteras tradicionales.
  3. Prácticas en centros de salud y trabajo comunitario. A nivel comunitario se desarrollarán actividades de difusión sobre las emergencias obstétricas, los derechos reproductivos y la equidad de género en salud, visitas a mujeres embarazadas, la presentación en asambleas comunitarias, las visitas a los centros de salud, las prácticas con las parteras de la comunidad y las “Guelaguetzas del parto saludable.”(8)
  4. Tareas individuales y grupales. Consistirán en una serie de trabajos que permitirán la reflexión y una mejor integración entre los nuevos conocimientos y la experiencia personal.
    Se propone la conformación de un consejo de asesores para la selección de protocolos, aporte de bibliografía, profundidad del plan de aprendizaje, reorientación del proyecto, evaluación, proyección de largo plazo, coherencia y ética. Se está conformando un Consejo Consultivo que tendrá la función de impulsar la consolidación del proyecto, la vinculación con instituciones y centros educativos, la recaudación de fondos, la planeación a largo plazo, la formulación de políticas de sustentabilidad del proyecto en el futuro.

Referencias:

  • Consejo Nacional de Población.
  • INEGI, INMUJERES. Mujeres y Hombres en México 2003. México, 2003.
  • Iniciativa por una Maternidad sin Riesgos, La atención calificada durante el parto. Recomendaciones para políticas. Familia Care Internacional, 2003.
  • Cristina Galante y Martha Castañeda, Mujer partera en Oaxaca. Género y salud en el Sureste Mexicano. 1997.
  • Gisela Espinosa Damián, Doscientas trece voces contra la muerte. Mortalidad materna en zonas indígenas. Febrero 2003. Mimeo.
  • Encuesta realizada por CEMyF en el “Encuentro con la Partería Tradicional de Oaxaca”. Oaxaca, 2003.
  • Periódico Oficial, Gobierno del Estado, Poder Legislativo, 15 de septiembre de 2001.
  • La Guelaguetza es una forma de participación comunitaria indígena del estado de Oaxaca, que se basa en el intercambio solidario de productos y servicios entre comunidades o entre familias de una misma comunidad.

About Author: Araceli Gil Archundia

Araceli Gil Archundia, [email protected], aprendiz de partera y directora de Nueve Lunas S.C. Oaxaca, México. [email protected]

View all posts by and

About Author: María Cristina Galante Di Pace

María Cristina Galante Di Pace, partera profesional integrante de Nueve Lunas S.C. Oaxaca, México. [email protected]

View all posts by and

Skip to content